LOS GERMÁNICOS.
Hola amigos como están, los saludo con muchísimo cariño, estoy muy contenta porque hoy tocaremos el tema de los germánicos. Comenzamos.
El derecho germánico anteponía los intereses
colectivos a los particulares, es decir, se daba mucho peso a la opinión de la
mayoría, sacrificando desde luego el interés de una sola persona.
El proceso era oral y público, lo desarrollaban ante
un grupo de ciudadanos de la localidad convocados para tal fin y el juez sólo
funcionaba como director y moderador de la actividad de las partes.
El fallo no dependía del juez, sino de los convocados
para juzgar; ellos eran quienes decidían si procedía o no la reclamación
entablada para que el juez únicamente impusiera la pena.
Los medios de prueba eran diversos, pero dirigidos
principalmente a aspectos religiosos, por lo que el juicio se convertía en
divino o, dicho, en otras palabras, se desarrollaba el denominado “juicio de
Dios”.
Amigos las pruebas eran las siguientes:
a) Prueba de fuego. Podía desarrollarse en varias
formas: la persona tocaba un objeto candente, si se quemaba, obviamente, era
culpable.
Otra forma era aquélla en la que se ponía a caminar al
presunto culpable sobre objetos candentes con sus pies descalzos, lo cual
significaba una atrocidad y una prueba difícil de superar, ya que si no lograba
caminar un número determinado de pasos se le consideraría culpable.
La historia relata otra forma de llevar a cabo esta
prueba, que consistía en que el que se presumía era culpable debía sacar varios
objetos de una olla con agua caliente. Si lo lograba era inocente, puesto que
Dios había ayudado a que esto ocurriera, pero de no ser así, entonces al no ser
ayudado por Dios se consideraba culpable.
Finalmente, existía otra forma de llevar a cabo esta
prueba, y la misma se desarrollaba colocando un cuchillo candente en la lengua
del sujeto, si tenía la capacidad para soportar esta prueba por el tiempo que
determinara el jurado, entonces se le consideraba inocente, lo cual, como ya se
ha dicho, era muy improbable que sucediera.
b) Prueba de agua. Se desarrollaba de diferentes
formas: una de ellas era sumergir a ambas partes en el agua, la que saliera
primero a tomar aire se consideraba culpable.
Otra de las formas era arrojar a la persona atada a un
objeto pesado al fondo del agua, y si Dios consideraba que era inocente, le
liberaría del peso para que volviera a la superficie; pero si el Creador
consideraba culpable a la persona, entonces no podría ayudarlo ni protegerlo y
el individuo moría ahogado.
c) Prueba de fuerza. Las partes en conflicto se
enfrentaban a una batalla; se consideraba que Dios protegería al inocente, por
lo que el que perdía la batalla también perdía el juicio.
d) Prueba de Juramento. Quien era sometido a esta
prueba debía formular un juramento, para que, acto seguido procediera a tragar
un pedazo de pan, la idea era que si había perjurio Dios le cerraría la
garganta impidiéndole que tragara el pan.
e) Esta prueba llevaba directamente implícito el
sentimiento de culpa, puesto que si el que tragaba el pan se sabía culpable
entonces esta culpa no le permitiría que los músculos de su garganta se
movieran debidamente, lo que impedía el paso del pan.
Estas pruebas se realizaban delante del gremio quien
cuidaba del desahogo oportuno de dichas probanzas. Se consideró a este proceso
como un retroceso en relación al sistema romano, que ofrecía más orden y
seguridad para llevar al juzgador al conocimiento de la verdad. Y así concluimos con el tema del día de hoy, ya saben que les agradezco bastante que visiten el blog, les mando un abrazo y hasta la próxima.
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